Gripe en adultos: síntomas, prevención y cuándo acudir al médico

En España, la gripe es una de esas infecciones que más vemos cuando hace frío. A veces la confundimos con un catarro normal, pero la gripe pega más fuerte, te puede fastidiar el día a día y complicarse si eres una persona delicada de salud. El virus de la gripe corre cada invierno, sobre todo donde hay mucha gente junta, como en oficinas, buses o escuelas, así que se contagia fácil entre los adultos.

Últimamente, la gripe ha llamado la atención porque afecta mucho a nuestra salud y al trabajo. Cuando te da fiebre alta, te duele el cuerpo, te sientes súper cansado y tienes congestión, lo normal es que tengas que parar tus actividades diarias o hacerlas a medio gas, y a veces necesitas ir al médico. Por eso, es clave saber cuáles son los síntomas, cómo evitar contagiarse y actuar rápido para que no se te complique y para cuidar de ti y de los que te rodean.

Aquí te damos una guía sencilla y directa para que sepas cómo reconocer la gripe en adultos, cómo prevenirla y cuándo es necesario que vayas al médico, ya sea en persona o por videollamada. 

La gripe: un virus más común de lo que parece

La gripe, causada por el virus de la influenza, es una infección viral común que ataca principalmente el sistema respiratorio y se contagia fácilmente en lugares cerrados o en climas fríos. A pesar de que a menudo se confunde con un resfriado común, la gripe viene con síntomas más fuertes y duraderos, tales como fiebre alta, dolor en el cuerpo, tos y fatiga extrema. En ciertos casos, puede provocar problemas, especialmente en adultos mayores, mujeres embarazadas o personas con problemas de salud a largo plazo.

Para entender mejor la gripe, es útil saber qué pasa a nivel biológico. Los virus, como el de la influenza, necesitan entrar a una célula humana para poder reproducirse. Una vez dentro, toman el control de la célula y la hacen producir copias del virus. Este proceso puede causar mutaciones, lo que explica por qué podemos enfermarnos varias veces al año o por qué la gripe cambia cada temporada.

Por otro lado, las bacterias son organismos vivos más complicados que sí pueden multiplicarse por sí mismos. Algunas causan infecciones respiratorias, pero son menos comunes que las infecciones virales. A diferencia de las infecciones virales, las infecciones bacterianas se pueden tratar con antibióticos, pero estos medicamentos no tienen ningún efecto en los virus. Por lo tanto, tomar antibióticos sin receta cuando se tiene gripe no solo no sirve de nada, sino que favorece la resistencia bacteriana.

Cada año, la gripe afecta a mucha gente y tiene un impacto en la salud, el bienestar y la productividad laboral. Saber identificarla, prevenirla y tratarla de forma adecuada es clave para evitar problemas.

En España, el Instituto de Salud Carlos III indica que la gripe afecta a más de 2.000 personas por cada 100.000 habitantes cada año. Esto significa que alrededor de un millón de personas se contagian anualmente. Los sistemas de vigilancia autonómicos, como el Informe Semanal de Infecciones Respiratorias Agudas de Castilla y León (Semana 45/2025), también muestran que el virus de la gripe está presente y tiene un impacto continuo en la salud pública cada temporada.

Mitos y verdades sobre la gripe

Hay muchas creencias sobre la gripe que pueden llevar a errores al momento de cuidarse. Aquí hay algunas de las más comunes:

Mito 1: El frío causa gripe.

Falso. El frío no causa la enfermedad. Lo que pasa es que en los meses fríos pasamos más tiempo en lugares cerrados, donde el virus se transmite más fácilmente.

Mito 2: Los antibióticos ayudan a curarse más rápido.

Falso. La gripe es causada por un virus. Los antibióticos solo funcionan contra bacterias y no reducen los síntomas ni aceleran la recuperación. Usarlos sin la supervisión de un médico causa resistencia bacteriana.

Mito 3: Si me da gripe una vez, ya no me dará de nuevo en todo el año.

Falso. Los virus de la gripe cambian constantemente, lo que hace que podamos enfermarnos más de una vez en la misma temporada.

Mito 4: La gripe es solo un resfriado fuerte.

Falso. Aunque tienen algunos síntomas en común, la gripe suele ser más fuerte, aparece de repente y puede causar complicaciones, especialmente en personas que son más vulnerables.

Mito 5: La fiebre siempre indica que la gripe es grave.

No necesariamente. La fiebre es una reacción normal del cuerpo para combatir el virus. Lo que debe preocuparnos es que la fiebre dure muchos días o que la persona tenga dificultad para respirar.

Síntomas más frecuentes de la gripe en adultos

Los síntomas suelen comenzar entre uno y cuatro días después del contagio y pueden durar hasta una semana. Entre los más comunes se encuentran:

  • Fiebre alta, habitualmente superior a los 38 °C.
  • Dolor de cabeza y molestias musculares o articulares.
  • Escalofríos y cansancio intenso.
  • Tos seca persistente.
  • Dolor de garganta y congestión nasal.
  • Pérdida de apetito. 

En ciertas situaciones, pueden presentarse también náuseas, diarrea leve o sensación de presión en el pecho, sobre todo en personas mayores o con otras patologías respiratorias.

Cómo se transmite la gripe

El virus se propaga principalmente a través de las gotículas respiratorias que se expulsan al toser, estornudar o hablar. También puede contagiarse al tocar superficies contaminadas y luego llevarse las manos a la boca, la nariz o los ojos.

Por eso, la gripe es más común en espacios cerrados o con poca ventilación, como oficinas, colegios o transporte público, donde el contacto cercano favorece la transmisión.

Factores de riesgo y posibles complicaciones

Aunque cualquier persona puede contagiarse, existen grupos con mayor riesgo de presentar complicaciones:

  • Mayores de 60 años.
  • Mujeres embarazadas.
  • Personas con enfermedades respiratorias, cardiovasculares o inmunológicas.
  • Pacientes con diabetes u obesidad.

Entre las complicaciones más frecuentes se incluyen la bronquitis, la neumonía y la exacerbación de enfermedades crónicas. En estos casos, el control médico es imprescindible.

gripe en adultos

 

Prevención: cómo reducir el riesgo de contagio

La prevención es la mejor herramienta frente a la gripe. Adoptar medidas simples puede marcar la diferencia durante la temporada invernal:

  1. Vacúnate cada año.
    La vacuna antigripal es la forma más eficaz de evitar contagios graves y complicaciones. 
  2. Lávate las manos con frecuencia.
    Utiliza agua y jabón o soluciones hidroalcohólicas, especialmente después de toser, estornudar o tocar superficies compartidas. 
  3. Evita el contacto directo con personas enfermas.
    Mantén distancia si alguien presenta fiebre o tos. 
  4. Cubre la boca y la nariz al toser o estornudar.
    Usa el antebrazo o pañuelos desechables para reducir la dispersión de partículas. 
  5. Ventila los espacios cerrados.
    Abrir las ventanas unos minutos al día ayuda a renovar el aire. 
  6. Lleva una alimentación equilibrada y descansa bien.
    Dormir al menos siete horas y mantener una dieta rica en frutas y verduras fortalece el sistema inmunitario. 
  7. Evita fumar y el consumo excesivo de alcohol.
    Ambos hábitos irritan las vías respiratorias y reducen las defensas naturales.

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Tratamiento y autocuidado en casa

En la mayoría de los casos, la gripe se cura sola tras varios días de reposo. Sin embargo, el autocuidado es clave para aliviar los síntomas y evitar complicaciones.

  • Descansa lo suficiente para permitir la recuperación del organismo.
  • Hidrátate bien, bebiendo agua, caldos o infusiones templadas.
  • Utiliza analgésicos o antipiréticos, siempre bajo recomendación médica, para aliviar el dolor y la fiebre.
  • Evita la automedicación y los antibióticos, ya que no actúan contra los virus.
  • Permanece en casa los primeros días para evitar contagiar a otras personas.

Si los síntomas empeoran o duran más de una semana, lo adecuado es consultar al médico de cabecera o al servicio de urgencias.

Cuándo acudir al médico

Debes buscar atención médica si:

  • La fiebre supera los 39 °C o dura más de tres días.
  • Tienes dificultad para respirar o sensación de ahogo.
  • Sientes dolor o presión en el pecho.
  • Notas somnolencia excesiva o confusión.
  • Los síntomas empeoran tras una aparente mejoría.

En España, también puedes recurrir a la telemedicina para recibir orientación profesional desde casa, especialmente si no puedes desplazarte o deseas evitar salas de espera.

Cuidar la salud es prevenir

La gripe no debe subestimarse. Mantener hábitos saludables, vacunarse y acudir a revisión médica cuando sea necesario puede evitar complicaciones graves.

En Ever Health te acompañamos con soluciones médicas digitales que hacen más fácil cuidar de tu salud y la de tu equipo, estés donde estés.

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